El campo del entretenimiento televisivo atrae cada vez a más profesionales por el impacto que tiene en la audiencia. Sin embargo, apenas existen, al menos en España, manuales que lo estudien. Es por eso que Enrique Guerrero ha escrito Guion y producción de programas de entretenimiento, un libro que hoy ha sido presentado en fcom y que busca tratar un tema tan “especial” como es el entretenimiento en televisión, de manera sistemática y rigurosa. Acompañando al profesor han estado Encarna Pardo, productora del exitoso programa ‘La Voz‘ y Mónica Herrero, decana de la Facultad.

Mónica Herrero, Encarna Pardo y Enrique Guerrero, hoy en fcom. Foto: A.A.
El español medio dedica cuatro horas al día al visionado de la televisión. Es decir, después de dormir, trabajar y comer, es de media la actividad que más se lleva a cabo. Como ha recalcado Enrique Guerrero, el tiempo de ocio es limitado, y el hecho de que tantos españoles dediquen gran parte de ese tiempo al entretenimiento en televisión hace que este campo adquiera cada vez más importancia. Guion y producción de prgramas de entretenimiento estandariza el procedimiento de la producción en televisión, dando, en palabras de Encarna Pardo, “un protocolo organizado y ordenado, no sólo útil para los alumnos, sino también para los profesionales del medio”.
Encarna Pardo , además de ser la autora del prólogo del libro y exalumna de la Universidad de Navarra, es también la directora ejecutiva de Boomerang TV, empresa en la que lleva prácticamente desde sus inicios de. Pardo admite que fue casi por casualidad que llegó hasta el entretenimiento televisivo, pero que, desde ese momento, ha permanecido siempre en él. Durante su intervención, ha hablado sobre las dificultades que conlleva la producción del entretenimiento y en especial, de su último producto televisivo, ‘La Voz’. Para ella, éste es “un trabajo duro y uno de los programas más costosos, pero que, al final, da sus frutos”.
De hecho, se trata de un programa de un gran éxito internacional que, por ejemplo, en Estados Unidos va ya a por su cuarta temporada. El formato, de origen holandés, se ha exportado a numerosos países, entre ellos España, donde “cayó en las manos” de Pardo y el resto del equipo. En el caso español, ‘La Voz’ ha significado el mejor estreno en el campo del entretenimiento “talent show” desde Operación Triunfo.
De media, el programa ha acaparado un 34% de share, ha sido líder en todos los targets, es decir, su público pertenece a todas las franjas y, además, ha sido el programa televisivo con mayor repercusión en las redes sociales. Estos son sólo algunos datos que demuestran el impacto que ha producido este programa de entretenimiento en la televisión española.
Enorme trabajo de producción
Pero detrás de todos los números se esconde un enorme trabajo de producción. Según ha explicado Encarna Pardo, ‘La Voz’ se divide en tres fases, tres tipos distintos de programas que se fusionan en uno solo. La primera fase es la de selecciones “a ciegas” por parte de los coach (Melendi, Rosario, Malú y David Bisbal). Esta fase es la que presume de ser la más innovadora. En comparación con otros programas de entretenimiento tipo “talent” de música, las audiciones son a ciegas, por lo que no es el físico, ni la edad, ni la forma de vestir, lo que hace ser elegido, sino la voz, y cómo ésta influye y conmueve al coach. Para cumplir este requisito, los seleccionadores no son dirigidos desde producción o dirección, sino que eligen “libremente”. Aunque, según cuenta Encarna Pardo, “sí que se controla en cierto sentido”: hay muchas horas de “preproducción” hablando con los coach, para orientarlos en lo que es más puramente televisivo, con “trucos” como pedirles que no se impacienten y den inmediatamente al botón de “quiero tu voz”, u otros muchos aspectos. Al final, Encarna Pardo explica que los seleccionadores llegan a ser parte del propio equipo, como se pretendía.
La segunda fase son “Las Batallas”, donde se logra implicar al espectador. Se potencia, desde la edición, las emociones, la implicación del espectador con lo que sienten tanto los aspirantes como los seleccionadores. Esta preferencia por lo emocional se debe especialmente al carácter del público español, más sentimental, al que le gusta ver la alegría del que gana, pero también los llantos del que pierde. Este aspecto diferencia claramente el trabajo de La Voz España de, por ejemplo, su homóloga holandesa.
Después de estas dos fases, queda la tercera: los directos. Al ser en vivo erequería gran preparación, pero también rapidez de reacción ante posibles imprevistos, como el que se produjo cuando uno de los concursantes (Ruimán) abandonó el programa. Además, hay otras dificultades, como por ejemplo el sonido de las bandas de música. A diferencia de OT y otros programas, en los que la música que acompaña al cantante está grabada, en éste la banda toca en directo, con los consecuentes problemas de sonido. De hecho, el sonido, la producción musical, las luces y demás aspectos técnicos son los que se llevan el mayor porcentaje del presupuesto.
El programa ya ha terminado, pero para Encarna Pardo se trata de un proyecto destinado a durar, si las condiciones lo permiten. Para la temporada que viene se están preparando, todavía sin confirmar, una nueva edición de ‘La Voz’ y ‘La Voz niños’, con sus consecuentes retos. Pero Pardo no se amilana ante esto. Según reconoce, “los productores de entretenimiento trabajan con el ser humano, que es la materia prima y es muy frágil. Trabajan con su espíritu y su intelecto”.